Funcionamiento de las torres
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Funcionamiento de las torres y protección antiheladas
Las heladas primaverales causan enormes daños a los cultivos cuando la temperatura desciende por debajo de los 0°C. El suelo absorbe y almacena el calor producido por los rayos del sol durante el día y lo devuelve a la atmósfera durante la noche. Por lo general, la pérdida significativa de calor ocurre antes del amanecer, lo que provoca los daños por heladas más severos. El calor reflejado por el suelo durante la noche forma una capa de inversión entre unos 10-15 metros de altura.
Únicamente las torres antiheladas provocan un movimiento del aire caliente, situado en la capa de inversión, hacia el aire frío situado a ras de suelo. Las torres antiheladas constan de una torre de 10,50 m de altura y 51 cm de diámetro, un motor colocado en un recinto hermético, un depósito de combustible, un panel de control y una hélice en la torre.
Para beneficiarse de LA INVERSIÓN TÉRMICA la torre debe ponerse en marcha cuando la temperatura aún es positiva entre + 0,5° y + 1,5° (temperatura húmeda).
El uso de una caldera cuando la temperatura alcanza el punto crítico, permite un aumento de hasta + 2°C en la temperatura del área protegida.
El uso de varias torres en la misma zona aumenta la eficiencia en las áreas protegidas.
